A veces, lo que vemos en las películas se inspira en sucesos de la vida real; sucesos poco comunes, que ponen a prueba la resistencia de una persona, tanto física como emocional. Imagina que vives en una isla privada, en medio de un inmenso mar al que nadie puede llegar si no es invitado; y un día, desembarca un hombre desnudo. Un hombre adulto con barba crecida, que corre por ahí riendo como un niño; pero cuando la historia se desarrolla, es un personaje de la vida real que sobrevivió 438 días en la espantosa soledad del mar. Se trata de un incidente real que ocurrió en la isla de Tile, en el Pacífico. ¿Qué llevó al extraño hombre loco hasta allí?
Invitado No Invitado
Era enero de 2014 y una pareja vivía en una isla privada de las Islas Marshall, lejos de la civilización, en medio del mar. No estaban acostumbrados a recibir invitados sorpresa en su isla por razones obvias: era su isla privada.
Un día, un forastero peludo de aspecto loco, que parecía desesperadamente hambriento y obviamente deshidratado, se tropezó con su isla. Llevaba meses sin ver un alma y no podía dejar de reírse al llegar a la isla.
La pareja se quedó perpleja al verlo y al ver su estado. No tenían ni idea de cómo este hombre había llegado a su isla privada. Era imposible que alguien llegara nadando a ese lugar, ya que estaba muy lejos de tierra firme.
Sea Venture
La pareja trató de mantener la calma y pensó que podría necesitar ayuda. Intentaron hablar con él, pero lo único que hablaba era español; la pareja no podía entender nada más que el inglés. Pidieron ayuda a la isla vecina.
Más tarde, la pareja se enteró de que se llamaba José Alvarenga y que había zarpado de México en un viaje de pesca nocturno, ¡hace 438 días! Esto despertó la curiosidad de la pareja y quisieron conocer su historia, ¡cómo terminó a 5000 millas de México!
Cómo Empezó Todo
Alvarenga era un pescador que pertenecía a una comunidad de clase media baja. Quería ganar dinero rápido, por lo que planeó un viaje de pesca de una noche con la esperanza de pescar algún pez grande y venderlo.
Alvarenga fue demasiado ambicioso al planear el viaje de pesca nocturno. Si lograba capturar suficiente atún, tiburón y dorado, se estabilizaría económicamente durante un tiempo y podría vivir cómodamente al menos durante un tiempo. Ahora necesitaba un compañero de pesca.
Un Compañero De Pesca Voluntario
El propio Alvarenga era un pescador muy experimentado. Pero viajes como éste necesitan un compañero de confianza. ¿Quién sabe lo peligroso que puede ser salir a las aguas indómitas?
Su compañero de pesca habitual no pudo acompañarle en su aventura por alguna razón, y salir allí solo sería una opción insensata. Decidió contratar a otra persona para que le acompañara.
Antes de darse cuenta, consiguió un voluntario dispuesto a acompañarlo. Se llamaba Ezequiel Córdoba, y estaba muy ilusionado con esta peligrosa misión.
Un Viaje Rápido
Alvarenga y Córdoba planearon su viaje y se hicieron a la mar. El plan era estar 30 horas en el mar, lo que sería suficiente para pescar mucho, y volver.
Tenían una pequeña embarcación de pesca descubierta que les permitía resguardarse de los elementos. Pasar más de una noche en el agua en esta embarcación será extremadamente duro, especialmente en caso de mal tiempo.
El viaje de pesca de Alvarenga iba a ser corto y el tiempo parecía estar despejado durante algún tiempo. Así que se hicieron a la mar.
Tiempo Imprevisible
Era la estación seca cuando salieron de viaje, y lo que menos se esperaba era que lloviera. Pero el tiempo en el mar es siempre imprevisible. Así ocurrió el infortunio, se formó una nube de tormenta que les golpeó con fuerza. Su pequeña embarcación era incapaz de hacer frente a semejante tormenta, y quedaron a merced del mar.
Su pequeña embarcación se movía a diestro y siniestro, y no podían hacer nada para cambiar lo que estaba sucediendo. Continuamente golpeado por las olas, había un peligro real de volcar y romperse.
¿Sobrevivieron A La Tormenta?
Era muy difícil navegar a través de una gran tormenta en una pequeña embarcación, pero Alvarenga se esforzaba al máximo. Con un poco de suerte, divisaron un pequeño trozo de tierra a lo lejos, lo que dio a los pescadores dup una cierta esperanza de supervivencia.
Pero cuando empezaron a avanzar en dirección a la orilla, sus dificultades aumentaron. El motor falló y se averió por completo. ¿Qué podían hacer ahora? Ya no estaba en sus manos y estaban a la voluntad del mar, yendo hacia donde las olas y la tormenta les llevaran.
Mayday
Las cosas se pusieron muy mal rápidamente y Alvarenga casi perdió la esperanza de que salieran vivos de esta situación. Qué podían hacer, estaban indefensos en medio del mar azotado por la tormenta!
Alvarenga decidió pedir ayuda. Era un momento desesperado, así que encendió su radio e intentó contactar con su jefe, Willy. La radio no estaba del todo cargada, pero como buen presagio, Willy contestó enseguida.
Planificar Una Ruta De Escape
Willy comprendió la gravedad de su situación y supo enseguida que estaban en grave peligro. Pidió su ubicación para poder enviar ayuda, pero Alvarenga no tardó mucho en darse cuenta de que conseguir ayuda iba a ser imposible.
La razón es que no podía saber la ubicación exacta. Su única esperanza, su GPS no era resistente al agua y quedó inservible tras la tormenta. Los dos hombres estaban perdidos en el mar y no tenían ni idea de dónde estaban. Parecía casi imposible navegar sin un GPS.
Echad Las Anclas
Willy dijo que lo mejor que podían hacer en esta situación era echar el ancla para poder permanecer en un lugar. Así sería más fácil que alguien los viera y los ayudara a salir de la situación.
Pero cuando la mala suerte golpea, golpea de lleno. No había ancla en su pequeña embarcación. Alvarenga nunca pensó que fuera a necesitar un ancla, ya que sólo utilizaba esta embarcación para pequeños viajes. Willy sabía que, sin ancla, su embarcación seguiría a la deriva, lo que dificultaría aún más que un equipo de búsqueda los localizara.
Comienza La Búsqueda
Willy informó inmediatamente a las autoridades de la desaparición de un barco. Éstas actuaron al instante y enviaron un grupo de búsqueda. En poco tiempo, varias embarcaciones y un avión intentaron localizar a los pescadores varados.
La búsqueda continuó durante 48 horas, pero no tuvieron suerte. El tiempo era demasiado malo como para permitir que nadie identificara nada en el mar. Parecía que los pescadores estaban ahora a merced de las olas y tenían que seguir a la deriva para encontrar un lugar seguro.
No Hay Actualizaciones
La historia de la embarcación desaparecida llegó a las noticias locales y la gente escuchaba con curiosidad las novedades. El tiempo siguió pasando, y pasó un año entero sin ninguna noticia.
La gente perdió la esperanza y no era demasiado optimista sobre su supervivencia. Los lugareños estaban seguros de que no volverían en absoluto. Nadie sabía que a los 14 meses les esperaba una gran sorpresa.
Atrapados
El tiempo se llevó a los dos pescadores al mar, y empezaron a pensar que sólo si tienen una suerte increíble, alguien los encontrará algún día.
Cuando perdieron el contacto con Willy, supieron que a partir de ese momento estaban solos. No se esperaba ninguna ayuda y sólo con mucha suerte sobrevivirían. Estaban varados en medio del mar y no había mucho que pudieran hacer al respecto.
Lo único que podían hacer era luchar por sobrevivir en tan duras condiciones y concentrarse en asegurar que su barco permaneciera intacto durante la tormenta.
Tirar La Captura A La Basura
Alvarenga y Córdoba se encontraban en una situación muy difícil. Tenían que tomar algunas decisiones críticas para sobrevivir todo lo que pudieran.
El barco no dejaba de balancearse y había que estabilizarlo rápidamente. Decidieron tirar por la borda su enorme botín de pescado. El mar estaba frío y, para mantenerse calientes, se acurrucaron en la nevera destinada al pescado.
La desesperación es el mayor maestro y el instinto de supervivencia es el mayor motivador. Aprendieron a pescar con las manos desnudas en pocos días.
Agua, Agua Por Todas Partes, Ni Una Gota Para Beber
Todos sabemos que el agua de mar no es potable. No se puede beber agua de mar sin enfermar. La única opción que les quedaba era beber su propio líquido de desecho. Pasaron un par de semanas mientras vivían de sus propios cuerpos, la lluvia los bendijo con esperanza.
Ya estaban en muy mal estado, pero el agua de la lluvia les ayudó un poco a seguir un tiempo más. Llevaban meses varados en el mar y no sabían si servía de algo mantenerse con vida; si alguna vez los encontrarían y salvarían.
El Mar Frío Y Muerto
Uno no puede salvarse de los efectos del entorno en un barco tan pequeño como el que tenían. El clima era duro y la hipotermia era un peligro real que se cernía sobre ellos. No tenían nada para protegerse de las picaduras de los vientos fríos y las lluvias.
Ambos estaban empapados después de cada día que pasaban flotando. Por la noche, se acurrucaban en su nevera para mantenerse calientes. Hacía tanto frío que no podían ni cerrar los puños.
Incapaz De Llegar Hasta El Final
Durante algún tiempo, ambos sobrevivieron de los peces y las aves marinas, pero las cosas no pintaban bien para ninguno de ellos. Para Córdoba, las cosas fueron aún peor.
Aunque ambos se estaban debilitando, un día Córdoba se puso muy enfermo. No hubo nada que Alvarenga pudiera hacer para cuidarlo o ayudarlo a recuperarse. Después de tantas semanas en el mar, Córdoba no pudo aguantar más y falleció.
Alvarenga estaba ahora solo, sentado en su bote con el cadáver de su compañero, varado en medio del mar mortal sin esperanza de sobrevivir.
Dejar Ir
Córdoba fue su única compañía durante tantos meses en el mar, y ahora también se había ido. Sólo un cadáver sin vida yacía allí, sin responder más a él. Pronto podría desaparecer también él, pensó Alvarenga.
Siguió hablando con el cadáver sin vida de su compañero durante varios días. Le resultaba muy difícil aceptar que ahora estaba solo. Finalmente, al sexto día, Alvarenga reunió el valor para aceptar lo que había sucedido y supo que no podía deshacerse.
Con mucho valor y la poca energía que le quedaba en su débil cuerpo, Alvarenga se despidió de su compañero muerto y lo enterró en el mar. Ahora se vio obligado a reconocer que a partir de entonces estaba completamente solo.
El último Deseo
Córdoba hizo prometer a Alvarenga que cumpliría su último deseo cuando estuviera lo suficientemente sano. Córdoba se hundió en una profunda depresión durante el tiempo que estuvieron varados sin remedio en el barco. No tenía ninguna esperanza de que ninguno de ellos sobreviviera a esta lucha por mantenerse con vida.
Córdoba enfermó y se negó a comer. Le hizo prometer a Alvarenga que visitaría a la madre de Córdoba si salía con vida. Alvarenga hizo esta promesa a un hombre moribundo, su único compañero en la situación más dura que jamás pudo imaginar. Tenía la intención de cumplir su promesa.
Cómo Afrontar La Soledad
Tras la muerte de Córdoba, Alvarenga se sintió increíblemente solo. No tenía nada que hacer para distraerse de pensar en la situación en la que se encontraba y en si saldría vivo. Empezó a considerar la posibilidad de acabar con su vida, ya que pensaba que podría ser menos doloroso que vivir en esa miseria.
Pero Alvarenga, siendo un hombre religioso, no se rindió tan fácilmente. Cree que su fe le hizo seguir adelante. Vagaba por el mundo en su imaginación y comía, bebía y hablaba con la gente en su cabeza para mantener la esperanza.
La Ira
La soledad y su situación empezaron a enfadarle mucho. Tiró cosas por la borda, incluyendo la radio que tenía la batería agotada hace tiempo, y el GPS roto que no sirvió de nada en el momento de extrema necesidad.
Estaba enfadado y no tenía ninguna esperanza de salir vivo de esto. Cogió el palo con el que solía golpear a los peces y lanzó una lluvia de golpes al motor del barco. Sabía que no iba a volver a funcionar, así que descargó toda su frustración en las cosas que le traicionaban en la dura situación.
Mano De Pescador
Alvarenga aprendió a pescar con las manos desnudas con el tiempo. Ya era un pescador experimentado y el aprendizaje de esta nueva técnica de pesca les ayudó a él y a su compañero a sobrevivir durante bastante tiempo, dadas las circunstancias.
Solía colgar los brazos en el agua, a veces durante horas, esperando a que los peces pasaran nadando, eventualmente algo encontraría su camino en su agarre y rápidamente lo subiría a bordo.
Dieta De La Desesperación
Aunque es obvio que en las circunstancias de Alvarenga, una persona masticaría cualquier cosa que tuviera a mano, para mantenerse con vida. Pero nadie se atrevería a averiguar si una medusa es comestible. Alvarenga estaba tan desesperado que incluso se alimentaba de medusas.
Agarraba la medusa y se la metía directamente en la garganta, con fuerza. Aunque le dolía la garganta al bajar, Alvarenga se alegraba de haber comido al menos algo para seguir vivo. No importaba lo que estuviera comiendo en ese momento.
Búsqueda De Basura
Sin duda tuvo algo de suerte, pero en general es una señal triste. A medida que avanzaba por el mar, había montones de basura desechada flotando en la superficie.
Recogió todas las botellas que pudo encontrar para recoger el agua de lluvia cuando volviera a llover, y así poder almacenarla también para más adelante. Con un poco de suerte, también encontró algunas bolsas de basura con zanahorias y otras verduras que podría comer para variar.
Diez Meses A La Deriva
Esto continuó durante diez meses y Alvarenga siguió con su afán de supervivencia. Un día, vio algo en el horizonte: ¡era tierra! Nunca en su vida sintió tanta alegría al ver tierra. Cortó las boyas que había atado a la barca para mantenerla estable y pudo ver a dónde tenía que ir.
Llevar el barco a la pequeña isla no fue una tarea fácil, dado lo débil que había crecido, pero lo hizo de todos modos. La isla a la que se dirigía se llamaba Tile Islet, en las Islas Marshall. Después de 438 días en el mar, Alvarenga estaba desesperado por sentir la arena bajo sus pies una vez más.
Un Invitado Sorpresa
Alvarenga desembarcó en enero de 2014 en la isla Tile Islet, que pertenecía a Emi Libokmeto y Russel Laikidrik, que también vivían allí.
La isla forma parte de un grupo más grande de islas en el Océano Pacífico, conocido como Islas Marshall, y está mucho más cerca de Australia que de México. Emi y Russel no esperaban a ningún invitado y Alvarenga les cogió por sorpresa.
¿Nadó Aquí?
Este hombre les pareció un encuentro extraño a Emi y Russel. Parecía extremadamente delgado y apenas daba tumbos por su playa con una enorme barba. Lo primero que pensó Emi fue que este hombre se había caído de un barco y había nadado hasta su isla. Aparte de su aparente debilidad, Emi no estaba segura de nada más. De alguna manera, Alvarenga casi había llegado a Australia después de haber sido arrastrado más de 5.000 millas desde la costa de México.
Encontrar Ayuda
La pareja estaba un poco preocupada por el comportamiento del desconocido, pero lo acogieron y empezaron a buscar ayuda para él. Russel se dirigió a una isla cercana en su barco para ver si podía conseguir ayuda para el hombre necesitado.
Russel regresó a Tile Islet al poco tiempo, acompañado por una enfermera y un policía. José Alvarenga fue llevado al puerto principal más cercano, desde donde llegó a Ebon y les contó su historia. Pronto se extendieron los rumores en los medios de comunicación, reconociendo al pescador perdido.
Malas Condiciones
Cuando fue rescatado, su estado no era bueno. Su primera parada fue un hospital donde le examinó un médico.
Tanto tiempo en el mar sin lo esencial hizo que su estado fuera muy malo y, para colmo, estaba anémico, con el hígado infectado y las extremidades hinchadas. Los médicos pensaron que la razón de esto eran los parásitos que residían en su hígado, ya que comía pescado crudo para sobrevivir.
Pequeño Kuky
El tiempo que pasó solo en medio del océano le afectó un poco. Parecía un poco enloquecido, pero era comprensible, conociendo las situaciones a las que tuvo que enfrentarse. No estaba en buena forma, tanto mental como físicamente.
Durante los últimos 10 meses, estuvo aislado del mundo entero y cada día le parecía el último. Al llegar a la isla, lo encontraron saltando desnudo y con un cuchillo en la mano.
Un Poco De Suerte
Si Alvarenga no hubiera conseguido llegar a la orilla de Tile Islet, no habría estado vivo para contar su terrible historia de supervivencia. Tuvo mucha suerte de conseguir coger un respiro y ser arrastrado en dirección a ese pequeño islote.
Si lo hubiera perdido, su cadáver habría seguido a la deriva en ese pequeño bote y habría llegado por encima de Australia, y no habría vuelto a encontrar tierra hasta llegar a Filipinas, ¡a 3.000 millas de distancia!
Reírse De Ello
Al llegar a Tile Islet, empezó a dar explicaciones a Emi y Russel, pero había una evidente brecha de comunicación. La pareja sólo hablaba y entendía el inglés, pero Alvarenga se comunicaba en español.
Hizo dibujos para intentar explicarse; parecía un loco enloquecido. Cuando no pudo transmitir lo que quería contar, se echó a reír. Esto era pura felicidad, sabía que ahora estaba salvado, pasara lo que pasara.
Olvidar El Día
Pasó tanto tiempo en el mar que perdió la noción del tiempo. No tenía ni idea de qué año, mes, semana o día era.
Como era un pescador experimentado, sabía cómo seguir el tiempo gracias a la luna. Su abuelo le enseñó a leer la hora siguiendo las fases cambiantes de la luna.
Se Tomó El Tiempo Para Compartir
La historia de Alvarenga ya llamó la atención de los medios de comunicación, que empezaron a arremolinarse en torno a él para ser los primeros en cubrir su historia. Pero había pasado por mucho y quería tomarse un tiempo para recuperar la cordura antes de dar a conocer su historia de aventuras.
Se mostraba reacio a contar su historia, pero eso no impidió que los medios de comunicación le dieran cobertura. Había dos preguntas que daban vueltas en la cabeza de todos: ¿cómo sobrevivió tanto tiempo en el océano; y qué pasó con Córdoba?
Rascarse Para Obtener Más
Todo el mundo quería conocer la historia completa y, en el momento en que Alvarenga estaba dispuesto a hablar, muchos medios de comunicación vinieron a cubrirlo. Muchos otros reporteros de todo el mundo, que también querían conocer su historia, no tardaron en llegar a las Islas Marshall.
Giff Johnson fue el primero en dar a conocer su historia, y escribió para la Agence France Presse, uno de los tres mayores medios de comunicación.
Duda
Aunque había gente que simpatizaba con él y saludaba su actitud de "no rendirse nunca", había gente que no creía que todo eso hubiera ocurrido realmente. La gente decía que parecía demasiado sano para haber sobrevivido al mar durante 14 meses, varado en un barco en medio del Pacífico.
Muchos se preguntaron si estaba tratando de estafar a la gente con una historia inventada, y sólo quería unas vacaciones gratis para él en las Islas Marshall.
Probando Su Historia
Parecía muy improbable que se estuviera inventando todo esto, pero aún así, había quienes dudaban. Para comprobar si la historia era factible, algunos oceanógrafos expertos realizaron un experimento para ver si era posible ir a la deriva desde México hasta el islote de Tile.
Los investigadores colocaron algunas boyas directamente en el agua y en realidad derivaron hasta las Islas Marshall, tardando aproximadamente el mismo tiempo.
Historia Real
A pesar de ser acosado por su versión de los hechos en cuanto llegó a tierra, Alvarenga se guardó la mayor parte de sus experiencias hasta hace poco. Publicó un libro para dar a conocer los detalles de su supervivencia.
Decidió que escribir un libro le ayudaría a sacarse todo de la cabeza y a asumir lo sucedido; también pensó que podría ayudarle a recaudar algo de dinero por el trágico suceso al que sobrevivió. Se rumorea que el libro podría convertirse en una película en el futuro.
Conflicto De Hechos
Tras conocerse su historia, los informes fueron contradictorios sobre los detalles que rodearon el tiempo que estuvieron varados en el mar. Algunos dicen que la radio y el GPS fueron arrastrados por la borda, mientras que otros dicen que no había suficiente batería en la radio.
Hubo una pregunta que no se detuvo. ¿Dónde estaba Córdoba? Pocos dudaban de la historia de Alvarenga, y se preguntaban si realmente había arrojado a Córdoba por la borda después de su muerte.
¿Acto Inhumano?
Según algunos informes, Córdoba falleció porque se negó a comer y se puso muy enfermo. Alvarenga también dijo que habían estado comiendo aves marinas cuando Córdoba enfermó.
Según él, uno de los pájaros podría haber comido una serpiente venenosa, o podrían haber comido demasiados pájaros. Por otro lado, la familia de Córdoba cree que el joven fue ejecutado por Alvarenga para que se lo comiera.
Volver A La Familia
Alvarenga lo pasó muy mal. Tras ser rescatado, los medios de comunicación se rascaron las uñas para conocer más detalles de su historia y le hicieron un montón de fotos mientras empezaba a recuperarse de la peor salida de pesca de su vida,
Pero la atención que recibió fue una bendición, su familia se enteró de que estaba vivo y estaba desesperada por reencontrarse con él.
¿No Es Nativo De México?
Su viaje de pesca partió de México, pero originalmente Alvarenga pertenece a un pequeño pueblo llamado Garita Palmera en El Salvador.
Al igual que muchas otras personas, optó por trasladarse a México en busca de mejores perspectivas, suponiendo que tendría mejor fortuna como pescador. Después de vivir en México durante un tiempo, tuvo un desencuentro con su familia y dejó de visitarla.
Lo Pasado, Pasado Está
La relación de Alvarenga con su familia era casi inexistente después de negarse a hablar con ellos durante ocho años. Pero ahora las señales mostraban que las cosas podrían cambiar.
La tensa relación con su familia le empujó de El Salvador a México, pero las cosas cambiaron cuando se supo de su rescate. Estados Unidos incluso pagó a Alvarenga un vuelo de vuelta a El Salvador cuando se enteró de que tenía una hija en su país.
Un Hombre De Palabra
Alvarenga recordó la promesa que hizo con su compañero Córdoba y no tenía intención de romperla. Antes de reencontrarse con su propia familia, en cuanto se curó, hizo una visita a la madre de Ezequiel Córdoba, Ana Rosa.
Quería hacer todo lo posible para ayudarles. Hablaron durante horas y respondió a todo lo que la familia de Córdoba le preguntó.
Contratación De Córdoba
Cuando el compañero de pesca habitual de Alvarenga no pudo acompañarle entonces, reclutó a Córdoba como compañero. Alvarenga lo contrató para que se hiciera a la mar con él por un módico precio de 50 dólares.
A Córdoba le encantaba jugar al fútbol y estaba lo suficientemente en forma como para hacer frente a las duras tareas que se esperaban en un viaje de pesca. Tenía que ayudar a manejar el barco y cargar y capturar peces que se esperaban enormes.
Conociendo Córdoba
Alvarenga no conocía mucho a Córdoba, pero como necesitaba ganar un buen dinero, lo contrató de todos modos. Sin embargo, no estaba muy seguro de si un jugador de fútbol como Córdoba sería capaz de cumplir con sus funciones de cofundador o no. Las cosas se ponen difíciles en un barco.
El dúo de pescadores no se conocía mucho. Apenas tenían contacto entre ellos antes de zarpar de Cruz Azul, en la costa mexicana. El viaje se preveía duro, pero sólo iba a durar algo más de un día. Por ello, Córdoba aceptó ir a ese viaje de pesca por un módico precio de 50 dólares.
La Vuelta De Tuerca
El dúo de pescadores tenía previsto permanecer en el agua no más de 30 horas. Por eso Alvarenga no se preocupó mucho de la funcionalidad y el estado del equipo de la embarcación. Lo que no sabía era que estaba entrando en una boca abierta de muerte y sufrimiento.
La radio bidireccional de Alvarenga estaba medio cargada y el GPS no estaba construido a prueba de agua. Además, no sentía la necesidad de llevar una carga extra de anclaje. Estos descuidados preparativos y la falta de reconocimiento de lo que podía salir mal resultaron mortales para Córdoba y un eterno sufrimiento para Alvarenga.
Fe E Instintos De Supervivencia
Si Alvarenga se hubiera rendido o no hubiera sobrevivido, nadie habría conocido la verdadera historia del dúo de pescadores. ¿Qué le hizo seguir adelante? ¿Qué le dio esperanza para seguir viviendo? 438 días en el mar, y ver la muerte de un compañero dolorosamente enfermo puede acabar con las ganas de vivir de cualquiera y obligarle a elegir una muerte fácil. Pero Alvarenga tenía "fe".
Los expertos también creen que a veces el instinto de supervivencia es más importante que el equipo de supervivencia. La voluntad de seguir viviendo y no perder la esperanza es increíblemente importante. Al fin y al cabo, donde hay voluntad, hay un camino; y sólo ahí está la vida. Este pequeño añadido al dicho común encaja mejor en el caso de Alvarenga.
Canción Del Pescador Solitario
Tras el fallecimiento de Córdoba, Alvarenga fue golpeado por una soledad desoladora, que se convirtió en la parte más dura de su experiencia para luchar, para vivir. ¿Cómo se puede luchar con la soledad?
La única solución que se le ocurrió fue crear su propio mundo imaginario. No tenía nada que hacer, así que su mente vagaba y exploraba el mundo que había creado en su cabeza. Así es como pasaba el tiempo durante la deriva interminable y sin rumbo de su barco en el mar. Con lo que no soñaba: conocer a mujeres hermosas, visitar hermosos lugares en las ciudades más famosas del mundo, comer comidas deliciosas, sentir la tierra bajo sus pies, dormir en una cama, etc. Tenía mucho tiempo para matar.
Acusación Extraña
Alvarenga escribió un libro, 438 días, sobre toda su experiencia en el mar y la gente mostró curiosidad por saber más sobre su historia. Este libro le hizo ganar bastante dinero. Pero la familia de Córdoba pide la mitad del dinero que ganó con el libro. Creen que es imposible que Alvarenga haya sobrevivido sin comerse a su familiar.
Alvarenga afirma que todas esas acusaciones son fruto de su traumatismo y que no dio ni un solo mordisco a su compañero caído. Dice que se deshizo del cuerpo muerto de su compañero por la borda una vez que empezó a descomponerse. En cualquier caso, sólo una persona conoce toda la verdad: el propio Alvarenga.
Problemas Legales
A Alvarenga le esperaban algunos problemas legales después de llegar a tierra firme. En primer lugar, tuvo un desencuentro con el abogado que se le asignó para velar por sus intereses inmediatamente después de su llegada a Tile Islet.
Su antiguo abogado llevó a Alvarenga a los tribunales por incumplimiento de contrato. Para colmo de males, la familia de su compañero fallecido le reclamaba la participación en los beneficios que obtuvo con la venta de su libro.
Culpa De Los Disparos
Alvarenga tuvo que lidiar con el trauma de su largo calvario. Lo pasó muy mal en el barco, y el hecho de tener que empujar a su compañero muerto y en descomposición por la borda, le marcó mucho.
A Alvarenga se le atribuyó ser la razón por la que Córdoba acabó muerta en medio del Océano Pacífico después de estar varada durante meses. Le preguntaron por qué fue él quien sobrevivió. Se sintió tan mal por todo el asunto que dijo que casi se desmaya en el momento en que empujó a Córdoba por la borda.
Nyctophobia
Debido al trauma que sufrió durante más de un año en medio de la nada, Alvarenga ha padecido miedo a la oscuridad, conocido clínicamente como Nyctophobia. A pesar de haber vuelto a la civilización, ahora en forma y sano, le costaba dormir por la noche sin luces.
Su estado de ánimo se explica por sí mismo. Siempre sintió la necesidad de tener a alguien a su alrededor debido a su prolongada soledad.
La Vida Sigue
Alvarenga estuvo en estado de shock durante varios meses después de volver a tierra firme sano y salvo. El otrora hábil pescador estaba aterrorizado incluso de ver el agua; volver al mar era algo fuera de toda duda.
Años después, siente que lo ha superado todo y tiene una fuerte fe en la esperanza. Considera que su supervivencia es un ejemplo de por qué nunca hay que rendirse y hay que tener fe. Mientras estuvo en el mar, sufrió hambre, sed, soledad y enfermedades extremas; aun así, no se rindió ante la vida. Según Alvarenga, debemos apreciar la única vida que tenemos.
La Esperanza Lo Es Todo
La historia de Alvarenga es una historia de esperanza. Demostró su fe y nunca perdió la esperanza, por muy sombría que fuera la situación en la que se encontraba, por mucho que le costara seguir empujando. Incluso cuando no se veía ninguna esperanza, su fe le empujó y le dio valor para seguir adelante, ya que algún día, en algún momento, las cosas cambiarán para mejor.
Su historia tiene también un mensaje muy importante: estar preparado para afrontar una situación y no subestimar nunca hacia dónde se dirige uno. Si el GPS hubiera funcionado correctamente, si Alvarenga no hubiera dejado el ancla por descuido, ¡ambos estarían vivos hoy!